“Uno de los objetivos es que el diseño de los juegos online sea menos adictivo. Así, reducir las consecuencias del juego patológico en los entornos personales”, ha destacado Olvido de la Rosa, diputada socialista por Granada. De hecho, El 21,5% de los menores de entre 14 y 18 años declaró haber jugado con dinero de manera presencial u online en 2022, según la encuesta sobre Uso de Drogas de Enseñanzas Secundarias en España. Menores que, de media, comienzan a jugar con dinero a los 14 años.

Es un problema cada vez mayor. El número de jugadores de azar activos en 2020 fue de más de 1.481.000 personas, casi un 9% más que el año anterior, según el informe sobre trastornos comportamentales 2022 realizado por el Observatorio Español de las Drogas y las Adicciones de la Delegación de Gobierno. La cifra aumenta también entre los menores, tanto de forma presencial como online: los estudiantes juegan más con dinero a medida que cumplen años, agudizándose en periodos de estrés.

Protección ante redes sociales

El Congreso ha aprobado también una segunda proposición no de ley del Grupo Socialista para que se refuerce la protección de niños y adolescentes en el uso de productos digitales. El objetivo es que se limiten los diseños y patrones destinados a que los usuarios dediquen mucho más tiempo a usarlos. Además, incluir la detección precoz del uso abusivo de redes sociales en las campañas preventivas de salud mental. Por ello, la Cámara Baja avala que el Gobierno destine a estos propósitos los recursos humanos y económicos necesarios.

“Estos patrones adictivos pueden provocar efectos que son especialmente graves en la infancia y la adolescencia. Llegan a fragmentar la atención, alterar los mecanismos mentales de la toma de decisiones o que se refuerce una percepción negativa de la satisfacción vital. Así lo afirma la Agencia Española de Protección de Datos”, ha señalado Carmen Andrés, diputada socialista por Barcelona y portavoz de la Comisión Mixta para el Estudio de los Problemas de las Adicciones.